Clásico del género (al que sin duda engrandece y dignifica) y uno de los últimos grandes films del director inglés.
La historia muestra cómo la ciudad de San Francisco (EE.UU.) se ve inmersa en una situación de pánico, provocada por una invasión de pájaros que, inexplicablemente, han decidido atacar todo aquello que se cruce en su camimo. Y es justamente con este miedo a lo inexplicable, a lo desconocido con el que nos enfrenta en este caso el gran cineasta inglés y, ciertamente, no hay nadie como él para explorar esto. No voy a descubrir nada nuevo al decir que la pregunta que da vueltas y vueltas en nuestras cabezas durante las casi 2 horas que dura el film es: ¿Por qué atacan los pájaros? No contar con una respuesta a esto nos confronta con la imposibilidad de llevar nuestro análisis a un terreno de raciocinio donde poder encontrar una explicación plausible que nos permita recuperar la paz. Por cierto, todo aquel que haya visto esta película ya no podrá mantenerse impasible ante las nubes de mosquitos y de insectos de toda calaña que nos han invadido en los últimos días…
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