“Una idea no peligrosa no vale la pena de ser llamada idea” (Oscar Wilde) 1 Enorme clásico de la filmografía rusa y mundial que, por más de un motivo, tiene un merecido lugar en la historia grande del arte audiovisual. El film, 2do. en la filmografía de Eisenstein (el 1ro. fue “La Huelga”: 1924) persigue fines concretos. Eisenstein, bajo sueldo del régimen soviético, intentó contar en él -para los que no la vivieron o para que no olvidaran los que sí- de qué se trató la histórica revolución rusa de 1905, donde el pueblo bolchevique se alzó contra los zares. Sin embargo, más allá de la importancia del contexto histórico, no fueron sólo estos los motivos que llevaron a que el film sea recordado siempre que se recorra la historia del cine. El hecho que hizo que la película pasara a la inmortalidad fue la utilización del montaje 2 que el director soviético empleó de una manera absolutamente nueva, logrando una vuelta de tuerca impensada hasta el momento al crear lo que él mismo llamó “montaje intelectual”
Escenas como las de la escalera de Odesa (brutalmente sanguinaria) o las del pueblo ruso reaccionando ante el sufrimiento y la injusticia continúan movilizando y conmoviendo 80 años después de su creación. Lo que logra es sencillamente maravilloso.
Lector amigo, no es exagerado decir que Sergei Eisenstein, entre tanto dolor, violencia, revolución, ideología y muerte, no se contentó con la realización de un film de propaganda y sentó las bases de la técnica del montaje que hoy día disfrutamos al ver una película, razón por la cual todos y cada uno de los que amamos el cine le estaremos eternamente agradecidos.
1.- Oscar Wilde Nacido el 16 de octubre de 1854 en Dublín, Irlanda. Fallecido en 1900 en París, Francia. Poeta, dramaturgo, novelista, crítico literario y ensayista irlandés. Es uno de los escritores más brillantes de la época victoriana y de la literatura universal.
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