David Lynch es distinto. Su particular forma de hacer cine es, sin duda, original, un adjetivo que no abunda en el nuevo cine. Es incuestionable que Blue Velvet se encuentra en ese abanico de films que forman su breve, pero notable filmografía, donde si algo no se puede criticar es la falta de innovación.
Respecto a las actuaciones, cabe destacar que el film cuenta con la participación de la notable Isabella Rosellini (sex symbol ochentosa), Dennis Hopper - que es el mismo de Rebelde sin causa , con algunos años más e interpretando a un malvado de lo más inusual y patético - y Kyle MacLachlan, un joven cara de nada, habitué en el cine de Lynch.
La banda de sonido es, sin duda alguna, un punto positivo del film, además del “Blue velvet” que nos acompaña de principio a fin, cuenta con varios temas muy acertados que cooperan en la creación de la atmósfera justa.
La película es un drama fantástico, por clasificarlo de algún modo, en el que un simple y sano joven americano se ve sumergido en innumerables situaciones surrealistas, a partir de un encuentro con una oreja (sí, leyó bien) en una caminata por su pueblo de la infancia en el que se hallaba de vacaciones visitando a sus padres.
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