Picado Especial (*)

Abrí los ojos y estaba en el cielo...

Caminé un rato y aunque no es simple caminar por las nubes tampoco lo es por calle San Luis, se tiene peor vista y menores expectativas – reflexioné-. Así que, después de deambular un rato, me encontré con algo asombroso: Enzo Francescoli. ¡Enzo, Enzo! - le grité - y tuvimos el siguiente diálogo:

Yo: - Yo ando preocupado por saber si habré muerto y resulta que vos también...pero, Enzo… ¡vos estabas vivo, hasta hace un par de días! - que yo recuerde.

ENZO: Sí, tenés razón...sólo me quedó el recuerdo de un humo de mierda...

Yo: ¡No me digas, Enzo!! ¡Por los pastizales!! ¡Qué desastre este país!…

ENZO: ¡No! ¡Qué pastizales!...un asado… noté sabor extraño en los riñoncitos, pero no creí que pudieran ser tan dañinos...si tengo forma, voy a avisar a casa que no compren más en esa carnicería...

Yo: Mirá vos...a mí me gustan mucho los riñoncitos también, con vino blanco en la sartén...humm.

ENZO: Totalmente…

Yo: Yo todavía no hablé con nadie, aparecí recién...

ENZO: Estoy igual que vos...

Yo: Enzo, por ahí te parece un poco fuera de lugar, por la situación, pero ¿te enganchas si hacemos un fútbol 5? De paso, tumbamos el mito de "los gustos hay que dárselos en vida", para mí digo, para vos jugar conmigo, obvio que un garrón...

ENZO: Bueno, dale, no te digo ahora, porque me gustaría hablar con alguien antes, para que me explique qué hacer...además habría que juntar gente, ¿no?

Yo: Sí, cien por ciento de acuerdo con vos Enzo. Bueno, yo en Chañar además de poner la pelota… ¡Ah! No te lo dije, soy de Chañar Ladeado, provincia de Santa Fe, ¿te suena?

ENZO: No, ni a palos…

Yo: Bueno, no importa, te quería decir que tengo experiencia porque además de poner la pelota salía a buscar a los futbolistas, supongo que acá no debe ser mucho más difícil, ¿no sabes si volaremos?

ENZO: ¿Volar? No se me había ocurrido...supongo que será una habilidad que se ganará por méritos...

Yo: Vos saltabas a cabecear que era un espectáculo, ese 2 a 1 sobre la hora a Talleres... ¡cómo lo grité!! Lo tengo en VHS...

ENZO: Je, je, hasta el moño, sí…

Yo: Bueno, fenómeno, te dejo, voy a ver si junto la gente para el picado y te confirmo bien, ¿dale?

ENZO: Dale, yo si encuentro a alguno lo llevo también.

Y quedamos así...salimos caminando en dirección contraria, pura y exclusivamente porque nos habíamos despedido, ninguno de los dos sabía para qué lado salir... ¿Quién sabe para dónde agarrar estando en el cielo? La cuestión es que, de tanto caminar, encontré una pelota, me la puse bajo el brazo y continué...

Crucé mucha gente, pero ningún conocido (por suerte)...hasta que se me acercó un morocho, un poco venido a menos, y me dijo: ¿Vas a jugar al fútbol? Y ahí comenzamos este diálogo:

Yo (que venía pensando en otra cosa): - ¿Me lo dice por la pelota?

G: - No, por tu color de pelo.

Yo: - Perdón, Señor. Sí, sí, es que recién estuve con Francescoli y estoy que no caigo...vamos a jugar sí, y estoy buscando gente, hasta ahora somos dos.

G: - ¿Vos sabés quién soy yo?

Yo: - La verdad que no, ¿quién es ud?

G: - Garrincha

Yo: - ¡Garrincha!! ¿En serio? ¡Qué lujo! Mucho gusto, ¿es cierto que ud era mejor que Pele?

G: - En el fondo...

Yo: - Pero ud si no me equivoco no era defensor…

G: - No, en el fondo blanco, pibe…

Yo: - ¿Y que hacía siempre la misma jugada?

G: - También, desborde y centro atrás, esté donde esté en la cancha o en la vida...

Yo: - Mis rivales también solían gritar: ¡Te hace siempre la misma!! Pero en mi caso no sólo era cierto sino que por lo general la perdía...Sería un honor contar con ud para el partido.

G: - Bueno, ya somos tres, ¿puedo ir con vos a conseguir más gente?

Yo: - Sí, claro, de paso vamos dando pases.

No avanzábamos mucho, porque Garrincha corría, y después tiraba unos centros fantásticos, pero la pelota se nos iba a la mierda...igual, como no teníamos un rumbo muy concreto nuestro andar era así, él contento y yo, cuando le agarré la vuelta, empecé a practicar cabezazo, como en la publicidad de Pascualito Rambert; no había arco, pero me lo imaginaba...y fue en uno de esos centros que apareció de la nada un rubio grandote, vestido de negro, que de un salto impresionante descolgó el centro de Garrincha…A continuación sostuvimos este intercambio:

Ya.: Todavía me mantengo...

Yo: ¡Qué paradón!! Hubiesen dicho en el FIFA 2000...

G: ¿FIFA 2000??

Ya: - ¿Saben quién soy, no?

G: - En algún lado te vi... ¿Sos el malo de Rocky?

Ya: - No...

Yo: - Yo soy nuevo acá...

Ya: - Lev Yashin o "La araña negra"...

G: - Encantado, yo soy Garrincha o "Garrincha" porque en Brasil no tenemos nombres, sólo apodos... ¿Querés jugar un fútbol 5?

Ya: - ¡OK!

Yo: - ¿Es verdad que ud. fue el primer arquero en estudiar a los rivales?

Ya: - Con cuadros sinópticos y planillas Excel... ¡voy con Uds.!!

Así, seguimos camino hacia cualquier lugar con Garrincha y Yashin, se acabaron los pases porque el soviético llevaba la redonda atenazada. Ya éramos cuatro, casi un equipo y ¡qué equipo! Hicimos un par de metros cuando, a lo lejos y tambaleando, vimos venir una figura esbelta, con cierta renguera y andar cansino, que agitaba los brazos en dirección nuestra...

T: - ¡Creo que llegué a tiempo, nomá!!

G: - ¿Y éste?

T: - ¿Cómo les va colegas? ¡Abajo llegaron los rumores de este partido!! Y yo me dije, ¡no me lo voy a perder!! Así que le metí un contundente sorbo a la botella de kerosene y ¡acá estoy!!

Ya: - Mirá que hace mucho que no jugamos, no sé si vale la pena lo que hiciste...

Yo: - Yo a ud. lo conozco, es más, lo vi hace poquito por la tele, en "Fueron Héroes". ¡Ud. es el Trinche Carlovich!!

T: - El mesmo, pibe...

Y se le escapó un eructo que de habernos tocado el infierno explotábamos con seguridad…

Ya: - ¿Ud es ruso como yo?

T: - No, Señor, de barrio Ludueña, pa’ servirle.

G: - Bueno, ya tenemos el primer equipo.

Yo: - Sigamos...

Carlovich y Yashin pegaron buena onda, el arquero nunca entendió que el Trinche no era ruso y, más allá del inconveniente idiomático, conversaron todo el tiempo. Creo que al Trinche le daba coraje estar aún bajo los efectos del kerosene...Garrincha caminaba solo, con dejos de melancolía, los tres nos dimos cuenta y lo respetamos.

T (reflexivo): - No debe ser fácil saberse muerto...

Yashin y yo asentimos con la cabeza.

Cuesta darse cuenta en el cielo en qué momento del día estas, pero supongo que ya eran cerca de las 5:23 PM, cuando de repente...

U: - ¿No saben con quién tendré que hablar?, estoy acá pero creo que por error...

Ya: - Tenés que hablar con San Pedro.

U: - ¿Y dónde está?

Ya: - Él te busca, quedáte tranquilo.

Yo: - Perdonáme, ¿vos sos el Palomo Usuriaga?

U: - Sí…

T: - Este negro jugaba un espetáculo, pero le gustaba la joda más que la vida…

Yo: - Estamos armando un picado, ¿te sumás?

U: - Por mí, me sumo, pero capaz que me tenga que ir en medio del partido...me dieron un papelito que dice “Infierno”...mi duda es si tendré que ir ahí o si el papelito tendrá alguna relación con mi pasado en Independiente...hasta por ahí es una joda de mal gusto…

Ya: - ‘Tas complicado negro...a nadie le dieron ese papelito…

T: - No le tires mala onda al pibe, ni Dio’ te puede cortar un picado como el que ‘tamo armando...

Garrincha, saliendo de su melancolía, habló y dijo: - Bueno, con más razón, apuremos...

Enzo, Garrincha, Yashin, Carlovich, Usuriaga y yo: seis, había que seguir, antes que oscurezca o se lleven al Palomo y tengamos que conseguir otro...

Conversando de todo un poco, se nos pasaba el tiempo y cuando nos empezábamos a preocupar por los jugadores faltantes, vemos venir un flaco, medio jorobado en dirección nuestra...

Cu: - Hola, amigos ¿Puedo jugar con ustedes?

Yo: - ¿Cuqui Silvani? ¡Pero vos estabas vivo! ¿No habrás cometido una locura como el Trinche, no?

T: - No, flaco, este siempre jué un muerto...

G: - Bueno, acá no estamos para juzgar a nadie, sino para armar un picado, tampoco estamos en condiciones de andar eligiendo tanto, Silvani: ¡Venga!

Cu: - Gracias por darme la oportunidad, espero que en el cielo no haya hinchadas o se putee menos...

Siete, a seguir...caminamos bien poquito y nos pegamos un julepe bárbaro, ¡se nos vino encima un león!!

T: - ¡La puta madre!

G: - Tranquilos, si estamos muertos...

Cu: - Bueno Uds., yo no sé...

León: - Por favor, no tienen nada qué temer, soy un león, pero totalmente cobarde...

T: - Tampoco te tiré abajo león...

Yo: - ¿Un león cobarde? ¿Vos no sos de otro cuento??

León: - Es probable, pero me interesa mas jugar este picado que perder mi miedo...

Ya: - Bueno, vos sabrás, además, si no le dijimos que no a Silvani, no podemos descartar a nadie...

U: - Eso es cierto…

León: - Gracias, che.

Con ocho ya podíamos hacer un decente 4 contra 4, pero no era la idea, más que nada porque la mayoría estábamos fuera de forma.

Hay que reconocerlo, el partido había bajado definitivamente de nivel, pero tampoco juntar estrellas ni soles garantiza un buen espectáculo...

Cuando ya nos preocupaba como encontrarlo, apareció el Enzo, y tal como lo había prometido, no venía solo...

ENZO: - Miren a quién conseguí.

B: - Buenas...

Yo: - ¡El Búfalo Funes!!

T: - Este cuando embalaba no lo paraba nada...vo’ tenías problemas con el bobo, ¿no?

Cu (paranoico): - Para para, yo nunca tuve problemas con el búfalo…

B: - Sí, me morí por eso...Pero, por razones que todos comprenderán, acá no está ese riesgo, así que ni bien Enzo me comentó sobre el picado le di el sí...

ENZO: - Y este león, ¿qué carajo hace acá?

León (animándose): - Hola, yorugua, voy a jugar.

Ya: - Yo, más que por el león, preguntaría qué mierda hace Silvani acá…

Cu: - Bueno, Yashin, ¿la podés cortar, loco? Que no te vaya a meter un gol porque te voy a gastar por la eternidad, y mirá que acá esto no es un decir...

G (siempre prudente): - Bueno, bueno, en lugar de perder el tiempo, metámosle, ¡que ya estamos cerquita del objetivo!!

U: - Sí, metámosle...

Mientras caminábamos en busca del último integrante, Yashin se acercó a Enzo y le dijo:

Ya: - Yo ya estaba acá cuando vos metiste la chilena a Polonia, si no recuerdo mal el partido lo miré con Carlos Gardel, ¿sabés que le dije al Zorzal?

ENZO: - ¿Que cada día canta mejor?

Ya: - No, que a partir de esto: ¡Mah que chilena, uruguaya, papá!

ENZO: - Gracias, amigo, a vos no te la tiraba – y le hizo un guiño de ojo.

Siendo nueve, todo hacía pensar que el jugador número diez estaría al caer...y aunque algo nos costó, el número diez apareció...

F: - Hola, oí rumores y los busqué.

Todos: - ¿¿Freddy Mercury??

F: - Sí, me encanta el fútbol y me las rebusco, como referencia rápida: soy un Negro Altamirano, con menos recorrido...

T: - Este es el que cantaba uiardechampion, ¿no? El equipo ganador ya tiene la banda de sonido en vivo...

F: - Yo, si pierdo, ¡no te la voy a cantar!

G: - Bueno, basta de cháchara, creo que llegó el momento de pisar.

Garrincha dijo eso, todos nos mirábamos, sopló un viento de gloria (como Hollywood nos ha acostumbrado) y, por decisión unánime, pisaron Yashin y el Búfalo. Después del clásico pan-queso, ganó Yashin y dijo:

Ya: - Dame a Carlovich, por ser ruso…

B: - ¡Je, je! Vení, Enzo.

Ya: - ¡Usuriaga!

B: - ¡Garrincha!

Ya: - Freddy, necesitamos marca.

B: Flaco, dale (¡que alegría! ¡Me tocó con el Enzo!!!)

Ya: - Silvani y el León cagón... ¡Qué complicado!

U: - El león, ni hablar...

Ya: - Bueno, vení León.

ENZO: - Vení nomás, Cuqui.

Todos teníamos la misma preocupación...era de noche y ya casi no se veía nada...cuando, de repente, de la nada apareció el más maravilloso estadio jamás visto iluminado por una preciosa luna llena, como quien no quiere la cosa, entramos por un tunelcito y los diez no podíamos salir de nuestro asombro...no entraba un alma (acá la expresión cobra mayor peso) no sé calcular bien, pero si no estaba todo el cielo y alrededores, pega en el palo...

Un periodista se le acercó al Cuqui, que con gran soltura y, antes que el periodista dijera algo, le dijo:- "Muevo yo, Cuqui Silvani"...

Por desgracia o no - porque el partido pintaba bravo - sonó el despertador...Bajé los pies de la cama y aún con una hermosa sensación dándome vueltas, sentí tener una idea más cercana de lo que puede ser el paraíso.

(*) Para mayor comprensión, todos los participantes de este cuento fueron traducidos al castellano.